Virgen del Rocío dispone de tres nuevos programas de intervención social

Publicada el: 2009-04-30 12:00 | Escrito por Úrsula Palmar Gómez

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Tres nuevos programas permiten ampliar la cobertura de la intervención social en Hospitales Universitarios Virgen del Rocío, mejorando la respuesta del centro ante situaciones que exceden la asistencia puramente sanitaria pero que, sin duda, contribuyen a una atención integral de la salud de los pacientes. En muchas ocasiones las situaciones de crisis que se dan a consecuencia de una hospitalización son incontrolables por el propio paciente y su familia. La finalidad de la labor diaria del trabajador social es conseguir una buena adaptación al medio hospitalario y una correcta reinserción del paciente y / o su familia a su entorno afirma Agustina Hervás, Jefa de la Unidad de Trabajo Social de Hospitales Universitarios Virgen del Rocío.


Así, en las áreas de Urgencias del Hospital General y el Hospital de Rehabilitación y Traumatología, se ha puesto en marcha un programa específico que permite ofrecer apoyo y orientación social a los pacientes de riesgo social que acuden a urgencias y sus familiares, facilitándoles la toma de decisiones según la situación de crisis o desestabilización que estén atravesando. Un trabajador social asignado a esta área trabaja estrechamente con el equipo clínico para la identificación y atención de este grupo de pacientes, posibilitando espacios de intimidad familiar y estableciendo con ellos una relación de ayuda. Igualmente, se coordina el alta de estos pacientes y su derivación a los diferentes recursos sociales de la comunidad y de atención primaria. Los perfiles más habituales son personas mayores que acuden solas o en repetidas ocasiones, personas sin hogar, personas con sospecha de maltrato y/o abandono, inmigrantes sin cobertura sanitaria, pacientes con vidas desestructuradas, etc.


En el área materno infantil, se trabaja estrechamente con los profesionales médicos y de enfermería para la detección del denominado maltrato prenatal, detectando mujeres gestantes ingresadas que no realizan los controles de embarazo establecidos, incurriendo de esta manera en maltrato al feto. Los trabajadores sociales detectan las causas sociales de esta desatención, estableciendo con las madres un programa de actuación y seguimiento después del parto, en el que también intervienen otros apoyos sociales de la red de atención primaria para el recién nacido y la madre.


Por último, la Unidad de Trabajo Social también participa de forma activa en los talleres Cuidando a las Personas Cuidadoras que imparten las enfermeras gestoras de casos del centro y en el que se ofrece a las personas cuidadoras de pacientes afectados por enfermedades graves e invalidantes las herramientas necesarias para poder afrontar la nueva situación familiar que atraviesan.


El 72% de los pacientes que atiende la Unidad de Trabajo Social son considerados pacientes en riesgo social, lo que implica numerosos actos profesionales e implicación de diferentes especialistas. En 2008, la intervención social del centro sevillano registró un incremento del 20%, contabilizándose un total de 4.418 pacientes y 11.746 consultas.


La Unidad de Trabajo Social del centro, con una trayectoria de treinta años, ha impulsado en el último año una estructura organizativa que ha permitido estrechar los lazos de colaboración y coordinación entre los trabajadores sociales del centro y los profesionales sanitarios para detectar a tiempo quién necesita intervención social y con qué gravedad. Es imprescindible que nos anticipemos a los conflictos que se dan en el núcleo familiar del enfermo, con la esperada o inesperada nueva situación. Llevamos a cabo un trabajo pro-activo. Con todo ello, ganamos tiempo y podemos actuar con inmediatez, ofreciendo mejores respuestas sociales a estas necesidades, puntualiza Hervás.


El trabajador social actúa durante la hospitalización y las situaciones que aborda son tan diversas como número de pacientes atendidos. Determinados perfiles de pacientes hacen activar de manera prioritaria un plan de intervención y seguimiento. En ancianos, se valora si viven solos o acompañados, si padecen una enfermedad crónica que genere dependencia, si han tenido ingresos reiterados en un periodo corto de tiempo, si existen sospechas de malos tratos o abandono, etc. En mujeres, las sospechas de malos tratos y las situaciones de embarazo en toxicómanas, pacientes con VIH, con enfermedad mental y adolescentes también tienen carácter de urgencia social. En menores, se da prioridad a la sospecha de malos tratos, aunque es también muy importante el apoyo a niños con patología crónica. La población inmigrante, los adultos que han sufrido un accidente cerebrovascular o un traumatismo craneoencefálico con graves secuelas, los lesionados medulares, los pacientes con enfermedades mentales y las personas sin hogar también forman parte de este grupo de riesgo.


No olvidar el papel docente de la Unidad de Trabajo Social, siendo espacio formador de los alumnos de último año de la diplomatura de Trabajo Social de la Universidad Pablo de Olavide. Asimismo, destaca la línea de investigación en la que los profesionales de Trabajo Social están implicados, como es el abuso sexual en la infancia.