El Hospital Virgen del Rocío y la Asociación Española contra el Cáncer ponen en marcha el programa Palabras para curar

Publicada el: 2011-09-12 12:00 | Escrito por Úrsula Palmar Gómez

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Profesionales sanitarios y miembros de la AECC, en el Hospital de Día de Oncología

 

El Hospital Universitario Virgen del Rocío, a través de la Unidad de Gestión Clínica de Oncología Integral, y la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) han puesto en marcha un singular proyecto cuyo fin es conseguir que el paciente oncológico que acude a una sesión de quimioterapia pueda sentirse mejor, ayudándole a afrontar la enfermedad contra la que lucha y dicha terapia. ‘Palabras para curar’ es el nombre elegido para este programa que se ha iniciado como experiencia piloto en el hospital sevillano y que podría extenderse a otros centros de la comunidad y del país. El propio voluntariado de la asociación, que vive de cerca con los pacientes sus ansiedades e inquietudes, ha participado en este proyecto, aportando reflexiones determinantes para el trabajo de selección que han realizado los expertos de la plataforma andaluza Andalecturas, en colaboración con la psicóloga Rosario Sanz y la responsable del voluntariado Lucía Cruz, ambas trabajadoras de la AECC y coordinadoras de esta iniciativa de biblioterapia en el centro sanitario.
 
«Todos los libros, un total de 30, son de fácil y rápida lectura, se leen en el tiempo que nos tomaríamos una tila, un caramelo, un café o charlaríamos con un amigo», expresa Rosario Sanz. «No aparece la palabra cáncer, sí quedan plasmados muchos sentimientos, valores, vivencias; hablan de la amistad, de la esperanza, de la cooperación, de la superación, del amor, de la felicidad», añade la psicóloga que ha visto convertir en realidad lo que hace meses era sólo una idea para ella y los voluntarios que trabajan en el Hospital Universitario Virgen del Rocío. «Creemos en el poder terapéutico de las palabras, en este caso escritas», subrayan las dos coordinadoras del proyecto ‘Palabras para curar’.

 

Desde una pequeña biblioteca portátil instalada en el Hospital de Día de Oncología, los voluntarios, siempre coordinados con el personal médico y de enfermería que trabajan en esta área asistencial,  informan de las diferentes lecturas que los pacientes pueden elegir durante la sesión de tratamiento. En la selección se ha mimado la presentación de los textos, con letras de gran tamaño, bellas fotografías, bonitos y simpáticos dibujos, color. Todo para hacerlos atractivos en un momento en el que el posible lector no viene con ánimo suficiente para un libro convencional. Hay novela, textos de autoayuda, cómics, álbumes, poesía e incluso obras clásicas infantiles, en cuanto sus mensajes hacen reflexionar a cualquier edad.

 

¿Quién se ha llevado mi queso?, de Spencer Johnson, 20 pasos hacia delante, de Jorge Bucay, 99 maneras para ser feliz, de Gottfried Kerstin, El árbol rojo, de Shaun Tan, El camino que no iba a ninguna parte, de Gianni Rodari, Esto no es justo, de Rally Nicholls, El soldadito de plomo, de Jörg Müller, Hermosa soledad, de Jimmy Liao, o El cazador y la ballena, de Paloma Sánchez, son algunos ejemplos de las obras que buscan paliar el dolor e inyectar optimismo a los pacientes.