Virgen del Rocío comparte durante un curso nacional su experiencia quirúrgica en malformaciones craneofaciales

Publicada el: 2012-09-27 12:00 | Escrito por Úrsula Palmar Gómez

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El Hospital Universitario Virgen del Rocío acoge hoy y mañana la séptima edición del curso anual sobre Cirugía Craneofacial que organizan las unidades de gestión clínica de Neurociencias, Cirugía Maxilofacial y Bloque Quirúrgico del Hospital Infantil, un encuentro que permitirá a los neurocirujanos, cirujanos maxilofaciales y anestesiólogos pediátricos del complejo hospitalario compartir su consolidada experiencia en el complejo abordaje de las malformaciones craneofaciales en la infancia. La denominada ‘cirugía a favor del crecimiento’ es la máxima que une los esfuerzos de estos equipos de expertos, en cuanto entienden que el niño debe alcanzar la edad adulta con la mejor calidad de vida, corrigiendo precozmente las secuelas funcionales y estéticas de estas enfermedades y evitando que las diferentes intervenciones a las que deben someterse influyan en su normal desarrollo.
 
«La cirugía craneofacial aborda fundamentalmente el tratamiento de las malformaciones que afectan al cráneo y a la cara, teniendo en cuenta que son dos caras de la misma moneda», explican el cirujano maxilofacial Alberto García-Perla y el jefe de Neurocirugía, Javier Márquez. Son anomalías con un componente funcional y otro estético. Por un lado, la deformidad craneal conlleva un aumento de la presión intracraneal, al mismo tiempo que a nivel facial puede producir pérdida de la visión, dificultad respiratoria, de deglución, etc. No menos importante es el impacto estético de la enfermedad, que de no tratarse a tiempo puede afectar psicológicamente al niño y su familia, impidiendo una relación adecuada con su entorno y haciéndoles sentir diferentes.
 
«Es, sin duda, un grupo de patologías con muchas singularidades, que exige no sólo un tratamiento multidisciplinar y muy especializado por su complejidad de abordaje, sino también una sensibilidad especial hacia el pequeño y su familia», añade García-Perla. De ahí la importancia de que equipos con gran experiencia concentren el manejo quirúrgico y seguimiento de estos casos. Al equipo de cirujanos maxilofaciales y neurocirujanos se suman en ocasiones, y según la malformación, otorrinolaringólogos y oftalmólogos.
 
Las malformaciones craneofaciales, en su mayoría de origen genético, tienen una incidencia variable en la población. Mientras el labio y paladar hendidos se presenta en uno de cada 700 recién nacidos, otras patologías de gran complejidad y gravedad, como el síndrome de Apert, aparece en uno de cada 100.000 niños. El tratamiento precoz, en los primeros meses o años de vida, es siempre clave para conseguir el éxito de los tratamientos disponibles.
 
Aunque la cirugía craneofacial es relativamente moderna y prácticamente comienza en la década de los 70, las técnicas se han ido refinando de la mano de la mejora de la anestesia pediátrica o del material quirúrgico, entre el que destaca el material de osteosíntesis reabsorbible y los abordajes endoscópicos mínimanente invasivos.
 
De los últimos avances se hablará en el curso de actualización que organiza el Hospital Virgen del Rocío estos días, con un componente especialmente práctico, en cuanto se retransmitirán operaciones de malformaciones craneofaciales que tendrán lugar en los quirófanos del Hospital Infantil y los asistentes participarán en talleres con biomodelos y simulaciones 3D, herramientas de preparación y planificación quirúrgica que optimizan los resultados de la cirugía, acortan los tiempos quirúrgicos y disminuyen los riesgos para el paciente.