Virgen del Rocío implanta con éxito una costilla expansible en un niño con una severa escoliosis

Publicada el: 2009-02-11 12:00 | Escrito por Úrsula Palmar Gómez

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El pequeño José, de ocho años, es el primer paciente que se somete en Hospitales Universitarios Virgen del Rocío a una intervención de implante de costilla expansible de titanio para resolver una grave escoliosis que le estaba impidiendo el normal desarrollo del tórax y los pulmones, dificultando su respiración y normal crecimiento. En su esfuerzo por incorporar los últimos avances técnicos y quirúrgicos de la traumatología infantil, el equipo de Cirugía Ortopédica y Traumatología Pediátrica que dirige el doctor David Farrington se convierte así en uno de los primeros a nivel nacional que utiliza esta compleja técnica. Tras diez días de hospitalización, el paciente ha sido dado de alta.


La curvatura de la columna vertebral del pequeño intervenido alcanzaba los 70º, ya que tenía varias costillas fusionadas. La costilla de titanio es una barra metálica que se coloca en posición vertical entre las costillas y junto a la columna vertebral con el fin de frenar el avance de la curva. Esta prótesis permite, mediante un mecanismo interno de deslizamiento telescópico, efectuar los ajustes de longitud necesarios para crecer con el niño. Frente a las técnicas clásicas de corrección de escoliosis, la costilla expansible no frena el crecimiento de la caja torácica del niño, algo fundamental para que no quede mermado el desarrollo pulmonar y puedan aparecer severas complicaciones.


Tras administrar anestesia general al paciente, el cirujano prepara las costillas (si están fusionadas se separan cuidadosamente), las partes blandas y los músculos circundantes. A continuación, se implanta paso a paso el dispositivo (se realiza una incisión larga en forma de J sobre el tórax para la costilla protésica y otras aberturas pequeñas para el resto de piezas). Finalmente, se alarga con cuidado el implante hasta conseguir la corrección deseada y se cierra la herida. El equipo médico que ha participado en esta singular cirugía ha estado compuesto por dos traumatólogos, dos anestesistas y un neurofisiólogo que ha monitorizado permanentemente la respuesta de la médula espinal durante la operación. Igualmente, ha sido fundamental el apoyo de la enfermería de quirófanos y la colaboración con Cirugía Pediátrica y Cuidados Intensivos.


Aunque inicialmente la costilla vertical extensible de titanio se diseñara para corregir la escoliosis congénita o derivada de fusiones costales, se ha empezado a utilizar en otras escoliosis de aparición precoz (pacientes menores de diez años), tales como las derivadas de mielomeningocele, parálisis cerebral, etc. Su indicación es la de cualquier enfermedad que provoque un síndrome de insuficiencia torácica. Las elongaciones periódicas de la costilla protésica precisan de una intervención quirúrgica menor y son necesarias hasta que el niño alcance la madurez del esqueleto entre los 14 y 16 años.