El cáncer infantil es la primera causa de mortalidad infantil por enfermedad en los niños mayores de un año. Cada año se diagnostica de cáncer a aproximadamente 300.000 niños de entre 0 y 19 años.
El cáncer infantil comprende numerosos tipos de tumores diferentes que se desarrollan en niños y adolescentes de 0 a 19 años. Los tipos más comunes son la leucemia, los tumores del sistema nervioso central y los tumores sólidos como el neuroblastoma y el tumor de Wilms. Generalmente el cáncer infantil no se puede prevenir ni adelantar su diagnóstico por programas de cribado.
En países desarrollados como el nuestro, más del 80 % de tumores infantiles se curan, gracias a un diagnóstico precoz y una terapia adecuada. El tratamiento del cáncer en niños y adolescentes se está perfeccionando constantemente y la inclusión en ensayos clínicos está reconocida como el mejor estándar de asistencia. El seguimiento a largo plazo de los niños con cáncer infantil es imprescindible, no sólo para la supervivencia sino para la detección y tratamiento de secuelas a largo plazo y mejorar la calidad de vida.
Sin embargo, es fundamental potenciar la investigación de la enfermedad para conocerla mejor y conseguir tratamientos más eficaces.